Por Astrid Garzón y Catherine Medranda – Co-fundadoras Evolet y Miembros ICF
“Los problemas personales se dejan en casa”, “Aquí se viene a trabajar¨, ” Soy otro cuando estoy en el trabajo”, “Al entrar en casa, me desconecto del trabajo”, son frases que escuchamos continuamente en las organizaciones y que pueden tener una analogía con el funcionamiento de una computadora, a la que es posible programar, encender y apagar con solo presionar un botón. Ciertamente, se trata de una utopía, los seres humanos, lejos de ser computadoras, somos seres emocionales, que por naturaleza formamos parte de un todo; somos integrales y es esta integralidad la que nos lleva a la plenitud.
Históricamente las organizaciones han promovido que los ámbitos emocionales, espirituales e intuitivos se dejen de lado para dar protagonismo a la razón y a la fuerza, evitando mostrar sensibilidad, duda o vulnerabilidad. Sin embargo, “cada vez que dejamos una parte de nosotros fuera del trabajo, limitamos nuestro potencial, nuestra creatividad y nuestra energía; estamos dejando de lado nuestra plenitud.” ( F. Laloux, 2018, p 162).
¿Cómo lograr traer esta plenitud al trabajo y lograr que los líderes puedan impulsar el desarrollo del máximo potencial de los miembros de su equipo?
La transformación de una empresa comienza con la transformación de su gente. Hoy las organizaciones buscan no solo mantenerse, sino lograr un crecimiento sostenible en un entorno de cambio constante; hacer lo mismo ya no es el camino, es por esto que sus líderes buscan reinventarse, tener un propósito claro e inspirar a sus equipos para alcanzar los objetivos.
En este proceso de reinvención, en el que se vuelve imperativo reconocer al ser humano integral, el coaching ha sido una herramienta poderosa que ha permitido a los líderes, directores, gerentes y mandos medios, encontrar la ruta para desarrollar la confianza en los equipos, permitiendo a la gente mostrarse con naturalidad y autenticidad. Este estado de plenitud facilita el empoderamiento, la creatividad y la aceptación del error; provee un ambiente en el que es posible innovar y aprender con libertad y desarrolla un deseo genuino de colaborar con otros equipos, alineados con el propósito de la empresa.
¿Por qué el coaching y no otro tipo de proceso?
En nuestro camino de formación como coaches profesionales, bajo los estándares del código ético y competencias de la ICF, descubrimos en el coaching una herramienta poderosa de acompañamiento, con la que a través del respeto al ser humano y la firme creencia de que todos somos seres completos, creativos y llenos de recursos, se puede lograr la transformación profesional y personal que se está buscando.
Un factor fundamental en los procesos de coaching y que proporciona una clara diferencia en los resultados obtenidos, es seguir a conciencia los lineamientos éticos y estándares profesionales establecidos por la ICF; a través de esta guía, el Coach puede contar con las competencias o habilidades requeridas para honrar la entrega de un servicio de alto nivel profesional, que aporte a la transformación, tanto de las personas como de las organizaciones.
Como consultoras y coaches profesionales hemos tenido la oportunidad de acompañar a líderes de diferentes organizaciones en procesos formales de descubrimiento de su desarrollo personal y profesional. Este camino, que inicia con la exploración y el reconocimiento de quién se quiere ser, se convierte en caldo de cultivo para identificar con claridad a dónde se quiere llegar y así construir un camino que facilite la implementación de un plan de acción con el que el cliente se compromete a lograr su objetivo.
Los resultados de este proceso se evidencian cuando el líder comienza a notar los cambios que se van suscitando en su forma de pensar, en su comportamiento y en la forma en la que equilibra su vida.
Al mismo tiempo, los cambios se traducen en aprendizajes que el líder puede transmitir naturalmente al equipo mediante su ejemplo, positivismo y comunicación asertiva, guiándolos hacia un crecimiento que él mismo experimenta y que le permite fluir y permanecer en un modo de aprendizaje continuo, donde le es fácil empoderar, compartir ideas, recibir cuestionamientos y junto con el equipo, co-crear soluciones y planes de acción para alcanzar las metas establecidas.
Frederic Laloux, en su libro Reinventando las Organizaciones nos dice: “Cuando nos atrevemos a ir completos al trabajo, cosas maravillosas pasan, el trabajo se transforma en vehículo para ayudarnos a revelar nuestra grandeza interior,y a manifestar nuestra vocación“. (Laloux, 2018, p. 162), no cabe duda de que las organizaciones que buscan evolucionar y transformarse para ser exitosas en tiempos de cambio, necesitan abrir espacios para invertir en su gente, permitiéndoles disfrutar de su equilibrio personal, de ser y crecer dentro de un contexto de continuo descubrir y aprender, en el que el coaching es una herramienta que permitirá identificar y aprovechar el aporte único de cada uno, sumando positivamente a su equipo y a toda la empresa.
Bibliografía: Laloux, F. (2018) Reinventando las Organizaciones. Barcelona: Arpa Editores
CONOCIENDO A NUESTROS COACHES:
Catherine Medranda Flor & Astrid Garzón
Publicado 17 de Diciembre de 2020
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