Por Eduardo Bustos, PCC, Coach de Fortalezas certificado por GALLUP
Una cultura centrada en fortalezas es un diferenciador poderoso que ayuda a las organizaciones a atraer a los mejores talentos; obtener el más alto desempeño de cada colaborador; retenerlos desde la certeza de que están haciendo lo que mejor saben hacer y lo que más les gusta; y, generar un crecimiento sostenido de los resultados.
La insatisfacción en el lugar de trabajo puede ser producto de culturas tóxicas, pero también se encuentra en empresas que simplemente no reconocen, no valoran, ni aprovechan los talentos naturales de sus colaboradores.
Mediante diversas investigaciones en distintas épocas, se ha descubierto (GALLUP, 2019) que hay tres elementos determinantes en la retención de los colaboradores de más alto desempeño.
Un gerente que identifica sus propios talentos: que se apropia del valor que estos representan y los utiliza productivamente para liderar personas y equipos desde su esencia.
Un sentido de propósito: un factor de retención particularmente fuerte para los millennials y generación Z es el significado y el sentido de propósito que tiene el trabajo.
La oportunidad de crecimiento: la principal razón por la que las personas dejan su trabajo es la sensación de falta de crecimiento. De otra parte, un atractivo muy importante para nuevas oportunidades laborales es la promesa de aprendizaje y crecimiento.
Un lugar de trabajo que carece de estos elementos puede no parecer malo a primera vista, pero con el tiempo desmotiva a los empleados, genera temor y disminuye su productividad, compromiso y retención.
La mayoría de los líderes se dan cuenta de que necesitan una mejor cultura para remediar esta pérdida de talento y recursos. Sin embargo, lograrlo sigue siendo difícil.
Crear una cultura centrada en fortalezas significa fomentar un ambiente de trabajo motivador, pero es mucho más que eso: equivale a desarrollar a las personas de manera que satisfagan sus aspiraciones de pertenencia, singularidad y desarrollo y, a su vez, mejorar la colaboración y el rendimiento de los equipos para incrementar el crecimiento.
El desempeño superior solo se materializa si una organización acepta la amplia diversidad de personas que la habitan y les da la oportunidad de aplicar creativamente sus talentos y expresar abiertamente sus puntos de vista para el logro de un propósito.
Cuando los colaboradores conocen y utilizan sus fortalezas se comprometen con las organizaciones casi 6 veces más que quienes no las conocen.
Las organizaciones que eligen desarrollar las fortalezas de cada colaborador y tejer una filosofía de fortalezas en toda su estructura, pueden ver no solo empleados comprometidos, sino que, como consecuencia, superan significativamente a otros en resultados cruciales de desempeño.
Un metaanálisis de Gallup con 1,2 millones de personas y 49.495 unidades de trabajo en 45 países muestra cómo las fortalezas afectan los resultados. Los equipos que recibieron desarrollo centrado en fortalezas han logrado:
Un incremento en ventas superior al 19%
Una mejora de la rentabilidad en un 29%
59% menos incidentes de seguridad
72% menos rotación (en organizaciones con alta rotación)
18% de mejora en el desempeño de los colaboradores
Muchas empresas utilizan ya el assessment de talentos CliftonStrengths® como base para crear su cultura, pero ese elemento, por sí solo, no basta. Es indispensable cambiar las conversaciones entre los gerentes y los colaboradores de modo que se incorporen los talentos naturales y las fortalezas en el ADN del liderazgo.
En una cultura centrada en fortalezas, los gerentes y colaboradores eligen desarrollar de manera sostenida el potencial de cada persona, lo que resulta en una fuerza laboral comprometida y un crecimiento orgánico.
Las organizaciones centradas en fortalezas integran el desarrollo de fortalezas en su propósito, visión, valores y procesos, así como en la forma en que las personas trabajan y colaboran.
Es una cultura en la que las conversaciones sobre fortalezas son frecuentes y productivas, lo que da forma a la mentalidad y las prioridades de las personas; y, donde las decisiones a menudo se toman en función de las fortalezas individuales o de equipo.
Las organizaciones centradas en fortalezas se alejan de las viejas formas de administrar personas y adoptan formas más efectivas y progresistas de desarrollarlas (GALLUP, 2021). Reconocen que la empresa del futuro prioriza:
PROPÓSITO VS. PAGO
La gente quiere un trabajo que sea significativo. Comprender sus talentos y sus fortalezas permite a los colaboradores conectarse con el propósito de su organización.
DESARROLLO VS. SATISFACCIÓN
A la gente no le importan las ventajas ni los satisfactores frívolos en el trabajo. Quieren desarrollarse de manera que aprovechen sus talentos naturales para tener éxito.
COACH VS. JEFE
La gente quiere gerentes que puedan actuar como Coaches de Fortalezas para que comprendan y apliquen sus talentos y que los valoren como personas y empleados.
CONVERSACIONES VS. OPINIONES
La gente quiere retroalimentación continua y discusiones genuinas sobre sus avances, no una reunión única, unilateral, una vez en el año para compartir una autopsia de resultados.
FORTALEZAS VS. DEBILIDADES
La gente quiere oportunidades de hacer, todos los días, lo que mejor sabe hacer naturalmente. Porque las debilidades nunca se convierten en fortalezas, pero las fortalezas se desarrollan continuamente con la práctica.
VIDA VS. TRABAJO
La gente quiere una relación auténtica con los gerentes que incluya hablar tanto del trabajo como de la vida. Quieren trabajar en un lugar que valore sus fortalezas e invierta en su desarrollo continuo.
¿Cuál es la contribución del Coaching para crear una cultura de fortalezas?
El Coaching es el puente entre el talento y la fortaleza. El acompañamiento a gerentes, equipos y colaboradores a descubrir sus talentos, a reconocer el valor que tienen en la vida de cada uno, a responsabilizarse de su desarrollo y a dirigir su intención a crear valor a través de su uso productivo, es el legado que podemos hacer como Coaches para una cultura de fortalezas.
El Coaching es el elemento catalizador para activar los talentos naturales de los líderes, equipos y colaboradores en pos de una cultura de fortalezas que impacte el desempeño, el desarrollo, el crecimiento de los colaboradores y, con ello, los resultados organizacionales.
El Coach es el facilitador de conversaciones que permitan a los gerentes liderar desde sus fortalezas y a los colaboradores, desarrollar su máximo potencial.
El Coach es el aliado estratégico para suscitar conversaciones sobre el futuro de los procesos de gestión de personas y equipos (onboarding, evaluación del desempeño, desarrollo de carrera, aprendizaje, medición del compromiso organizacional) con un marco de referencia distinto al convencional.
El Coach es un agente de transformación cultural que acompañará la evolución de las conversaciones organizacionales sumidas hoy en la obsesión compulsiva por la debilidad, la escasez, la carencia para llevarlas hacia una visión futurista del talento, la fortaleza, la plenitud y el bienestar.
Los Coaches somos co-creadores de culturas centradas en fortalezas.
Bibliography:
HARTER, C. &. (2019). It’s the Manager: Moving from Boss to Coach. New York: GALLUP PRESS.
GALLUP. (2019). It’s the Manager: Moving from Boss to Coach. New York: GALLUP PRESS.
GALLUP. (2021). Wellbeing at Work. New York: GALLUP PRESS.
GALLUP. (2021). Wellbeing at Work. New York: GALLUP PRESS.
(GALLUP, 2019) (GALLUP, 2021) (GALLUP, 2021) (HARTER, 2019)
CONOCIENDO A NUESTROS COACHES:
DATOS DEL AUTOR
EDUARDO BUSTOS LOAIZA, tiene amplia experiencia en el ámbito del Coaching:
Presidente Ejecutivo de Link Coaching & Consulting.
Coach Profesional con credencial PCC de la ICF
Coach de Fortalezas certificado por GALLUP
Coach de líderes, equipos y organizaciones con más de 5.000 horas de Coaching para el desarrollo de culturas de sostenibilidad con base en las fortalezas naturales de las personas
Publicado 30 de septiembre de 2021